Elton John derrocha pasión en el Palacio de Deportes
El músico británico hizo recorrido por su carrera musical junto al baterísta Ray Cooper
Día 03/10/2010
ÁNGEL DE ANTONIO
Un instante de la actuación de Elton John, anoche en Madrid.
Con el fondo grabado de una orquesta en pleno éxtasis apareció Elton John anoche en Madrid, con una levita negra con dibujos bordados y como un torero delante de una plaza que no llegaba al lleno, dispuesto a lidiar cinco toros él solito. Bueno, tan solito no. En la segunda mitad del recital contó con el acompañamiento del baterista Ray Cooper.
¿Y quién es Ray Cooper? Se trata de un excelente músico de sesión que comenzó a colaborar con Elton en 1971; pero de lo que ahora se trataba era de reeditar una serie de conciertos que ofrecieron en 1977 y, de forma más extensa, en 1979, siguiendo el mismo formato.
La primera parte comenzó algo dramática y autobiográfica. «The one» abrió la tanda, y siguieron «Sixty years old», «The greatest discovery», «Border song», «Ballad of the boy in the red shoes» —que le sirvió para recordar, a gritos, que Reagan no había hecho nada en los ochenta por los que padecían sida— y «The emperor’s new clothes».
Tardaron, pues en llegar, esos temas que provocan el inmediato reconocimiento, como «That’s why they call it the blues», «Rocket man» —alargada con excesivo regodeo— y «Tiny Dancer». No hubo muchas más concesiones, aunque cerró esa primera tanda con su primer éxito, «Your song».
La interpretación fue siempre muy aguerrida, acentuada al entrar en escena Ray Cooper, que ofreció una percusión en algunos momentos de tintes wagnerianos. La voz del astro británico impresionaba por su potencia, así como las ganas con que golpeaba las teclas del piano. Incluso se permitió introducir unas notas del «Que viva España» en mitad de «Take me to the pilot». Sobraron, sin embargo, algunos efectos pregrabados. También presentó dos canciones de su próximo álbum, «The union».
Sir Elton John es hoy un personaje más habitual en la prensa rosa que en la musical, y resulta atractivo sobre todo para un público de clase media para arriba y de cuarenta años también tirando para lo alto. Pero además es un músico de enorme talento y cuyos últimos discos mantienen un nivel bastante más que aceptable. Ayer nos contó su epopeya vital.
